Que el Barça atraviesa fronteras ya lo sabíamos. Que levanta pasiones, también. Y que hay culés en todos los continentes, tampoco es una novedad. Pero la intensidad con la que Afsal, socio de la Penya del Barça Kozhikode (Kerala), vive su barcelonismo, no es demasiado habitual.

"Mi pasión por el Barça empezó hace muchos años, aunque parece que fuera ayer, durante la era dorada en la que Lionel Messi redefinía el fútbol", explica. "Había algo en la manera de jugar del Barça —el ritmo del tiki-taka, la unidad, la filosofía de humildad y excelencia— que me cautivó en seguida. No era sólo fútbol; era arte, pasión y propósito a la vez."

Un momento clave marcó para siempre su devoción: "La noche legendaria en la que Messi marcó en el Clásico y levantó la camiseta ante el Bernabéu. Aquella imagen simbolizaba el orgullo, la resiliencia y el espíritu indestructible del Barça. Fue entonces cuando sentí que este era mi club."

Con los años, aquel sentimiento no sólo se ha mantenido vivo, sino que ha crecido. Tanto, que Afsal quiso incorporarlo a su boda con Mirsha. "Durante la ceremonia recreé aquel gesto icónico de Messi a mi manera: levanté una camiseta extra del Barça y se la entregué a mi mujer, invitándola no sólo a mi vida, sino a mi mundo, un mundo donde el Barça es familia. Era mi manera de decirle: 'Bienvenida a mi vida y a mi club'. Fue un momento muy especial, lleno de significado."

Afsal reconoce que ser culé es una auténtica montaña rusa de emociones: "He celebrado triunfos inolvidables, desde las temporadas del triplete hasta noches donde el Spotify Camp Nou rugía con magia. Pero también he vivido decepciones, reconstrucciones y temporadas difíciles. A pesar de todo, una cosa se ha mantenido constante: mi creencia en el Club, mi amor por el escudo y mi fe de que volveremos a levantarnos, más fuertes que nunca."

Para él, como para todos los culés, el Barça es mucho más que un Club: "Es una filosofía, un sentimiento y una manera de vivir. Nos enseña a soñar en grande, a luchar con dignidad y a mantenernos fieles incluso en los momentos duros. Mi apoyo al Barça no es temporal, es eterno."

Afsal concluye con una frase que resume su espíritu barcelonista: "¡Hasta el infinito y más allá: Visca el Barça, Visca Catalunya!" 

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